Mensaje del Maestro Adama desde telos
Esta es la era de la verdad.
Antiguos tesoros de la humanidad son imposibles de detener su descubrimiento, en áreas de arqueologÃa, polÃtica, social, filosofÃa, todas las artes humanas y en el corazón.
Ciudades de Luz, templos internos de Madre Tierra y sus cristales, nos despiertan con su única Voz.
Pasamos de estar adormecidos como en las eras pasadas, a estar activados, resonantes, sintiendo la Ãntima luz de la madre y la sublime sabidurÃa que nos traen a todos.
Miles de años han pasado sin que estos tesoros fueran descubiertos. Y es en este momento el momentum del despertar. Humanidad de superficie y humanidad intratierra han de caminar unidas para una mayor evolución de nuestra especie; un despertar completo de nuestros corazones.
La humanidad intraterrena honra y refina la madre desde dentro, en unidad con los guardianes y seres de todos los reinos. Es una gran labor y compromiso puro desde el origen de la unión.
Lemuria fue casi la primera ciudad de luz espiritual que se asentó en nuestra humanidad al inicio de esta era. Hacernos conscientes de esta verdad ya es un despertar; un reconocimiento de nuestra especie y raza. Es un encuentro con el yo supremo y su gozo de existir, siendo quien es, pues la conciencia y su luz se manifestó allà desde altas esferas en su más alta expresión aun sin ese peso y frustración que cargamos por vivir lo que vivimos al descender nuestra vibración junto con Gaia madre.
Es tiempo de develar esas memorias. Es tiempo de enlazar recuerdos y construir un solo mapa de unidad. Es tiempo de reconocer que estamos aquà para amar y ser quienes somos ahora, grandes mensajeros y puentes; actores de la unidad.
El gran mensaje de Lemuria fue y es la unión de todos los reinos y dimensiones de conciencia.
Esa fue y es nuestra labor de servicio en la que seguimos inmersos. Algunos de ustedes hermanos al sentir las vibraciones sutiles de amor que emanan de las configuraciones, cantos, códigos, imágenes y paisajes que emergen de las recientes cocreaciones que se han expresado a partir de lo que Telos está entregando, para que toda la humanidad pueda despertar, henchirán sus corazones cargados de recuerdo, de añoranza de esa pureza y amor primordiales; originales.
Es tiempo de traer todo ese amor puro al presente que hemos elegido vivir tras eras de desilusión desunión y desconcierto.
Ahora se dan para nosotros todas las condiciones para revelar y regalarnos una reconexión total de nuestro ser en conciencia plena de nuestras facultades de vida y espÃritu, aunadas en una vez.
Hemos de sanar totalmente lo que fueron esas heridas y sentimientos encontrados. De deudas con nosotros mismos, sentimientos de culpa, desunión, etc. Y aunarnos en un solo ahora para retomar nuestras raÃces puras y continuar con nuestro camino con Gaia.
Telos es el corazón de Lemuria. De Lemuria intraterrena. En la red intraterrena de Unidad, conformada por templos internos de Madre Gaia, sus Cristales Custodiados por sus Guardianes, y Ciudades de Luz en Servicio a la Madre, Telos es el centro maestro de liberación de las almas a su Unidad de Origen. Con toda la tecnologÃa espiritual, todo el amor y la paciencia pulcra y meticulosa para acompañarnos uno a uno, hebra a hebra, célula a célula, tono a tono y paso a paso.
Telos es la matriz del corazón del gran maestro Adama, también llamado Anand.
Son una comunidad y hermandad de seres pródigos tras tanto servicio en su ser y su colectivo por miles de años al servicio de estas frecuencias de unidad dentro de la madre. Han pasado un sinfÃn de etapas y han templado de la mano su apoyo en todos los sentidos y niveles de conciencia que se pueden vivenciar en su interior y en su entorno pues la montaña ha cambiado su conciencia y tonos para recibirlos, asà como dentro se cobijan multitud de seres en servicio y danza conjunta tales como delfines etéricos, elfos estelares sagrados, niños crÃsticos en formación y seres de todos los elementos y reinos que aquà juntos conforman la paz.
La conciencia unificada de este soporte de unidad nace desde Adama, sumo sacerdote Lemuriano, quien emanó el propósito desde la Fuente, y tras solicitar permiso a la montaña de Shasta y recibir apoyo y enseñanza de los Elfos sagrados, trasladó una parte de la especie Lemuriana y sus sacerdotes vivos a este gran espacio sagrado al cual profundamente honramos a este gran espacio sagrado bajo el monte Shasta con el único objetivo de atestiguar y construir los cambios evolutivos de la nueva humanidad desde dentro de madre tierra para ir acompasando, acoplando poco a poco sus frecuencias hasta encontrarse con Ella, Madre en su amor de profundidad.
El amor que aquà se trabaja junto a las grandes fuerzas cósmicas, la hermandad de maestros ascendidos, la unidad con seres sutiles y anclados de todos, todos los reinos de conciencia y existencia, va de la mano con un trabajo interno minucioso de todos los integrantes de la hermandad, que llevan acuerdos con su comunidad.
Dice Adama:
"Somos guiados por la triple llama crÃstica que devela antiguos procesos de nuestros corazones y hemos despertado esta conciencia paso a paso atravesando todos los desafÃos durante miles de años hasta encontrarnos hoy nuevamente de la mano para estrechar nuestros acuerdos y sernos hoy lo que fuimos siempre, una flama de unidad; una gran flama de unidad.
Te estamos esperando para darte la bienvenida, darte un abrazo de luz pura y vibración del hondo amor que nos alberga y sana. Configurar nuestros campos de luz y nuestro ADN en función de cocrear la nueva humanidad dentro de nosotros y dar pasos nuevos; juntos.
Cantemos de la mano y estrechemos nuevos acuerdos. Seamos parte de un sinfÃn de códices de luz y amor prÃstinos que darán impulso al nuevo camino que estamos trazando junto a madre Gaia y seres de todos los reinos para avanzar en unidad de servicio juntos, tejidos de la mano como un solo gran soporte de amor y conciencia unificada.
Seamos Un Solo Tono, Tejido en Unidad.
Sobre el hundimiento y la caÃda de la vibración en madre tierra durante la época y acciones de nuestra amada Lemuria, nos corresponde ya más bien vivir la hora de liberar esos recuerdos y memorias, para soltar y amar nuestra historia de origen y regalarnos asà como la divinidad nos brinda en nuestros crÃsticos corazones, la gran oportunidad de reconocernos como especie unificada dentro de la humanidad y desde nuestros orÃgenes; en una gran intención de amor puro, dignidad y belleza supremas, siendo soporte unitario para la felicidad que brindamos la Red Intraterrena de Unidad desde nuestros corazones, se nos entregó la sublime oportunidad de construir en firme tejido sutil y de la más prolija y constante forma, desde la divinidad en nuestras manos, esta aldea de luz que todos desde un inicio en un corazón puro pueden visitar y engrandecer sus senderos de amor junto a nuestras almas y corazones pulsando y palpitando en Unidad".
